“Si me ves en tus recuerdos déjame pasar” SOY YO, TU PASADO.

29.01.2020

Cada vez que tengas miedo de apostar a algo por miedo a la esclavitud, recorda que ya estás ejerciendo tu esclavitud en esos miedos. Ser tu propia prisión es un desafío tan grande como el de ejercer tu libertad.

Todo aquello que ves como atadura te esclaviza.

La única forma de volver a la libertad es recordando que lo que pruebes o intentes puede mostrarte caminos más amplios que si te quedaste con las dudas a cuestas pensando qué hubiese sido de tu vida si te dabas esa oportunidad a la que tanto le temiste alguna vez.

Las decisiones que te liberan pueden ser las mismas que alguna vez usaste para esclavizarte. Es mentira que alguien te ata, es TU MENTE adaptándose a los decires o mandatos de otro, ¿y sabes por qué? porque en parte internamente tu mente tenía exactamente esa forma de pensar que proponía que hagas eso...

Si queres podes probar todo lo que necesites hasta que encuentres tu versión más libre disfrutando de una relación amorosa que sea fuente inagotable de sanación.

Las oportunidades de sanación se dan constantemente en todos los vínculos. Como sea que lo sientas, en todos ellos despiertan distintas partes tuyas que hacen que cada uno sea diferente al otro.

La libertad de poder tomar las relaciones como oportunidades de trabajar tus partes más inflexibles, ásperas o estructuradas y vulnerables. Es la misma libertad que puede llevarte a evolucionar y trascender esos lugares que ya te parecen estancos y agotadores en donde no ves ni luz ni una puerta de salida.

Nadie puede decirte lo que tenes que hacer, y aun haciendo lo que te dicen, serías vos avalando ese decir.

Recorda que mucha gente en diferentes lugares del mundo, un día cualquiera, despertó su libertad y se reveló ante palabras de otro que durante años la amarraron a un puesto de trabajo, a un matrimonio, a un país, a una familia, a una profesión impuesta, etc.

No somos esclavos de nuestros recuerdos a menos que nos resistamos a ellos. No podemos olvidar el amor porque es un estado que mientras estemos en este mundo experimentaremos a diario. Cuánto más nos abrimos a él, más riqueza espiritual y crecimiento sentiremos. Cuanto menos resistas el dejar venir retazos de tu pasado amoroso, mayor tranquilidad y aceptación experimentarás.

Los recuerdos son las páginas de todos los libros que nadie puede romper, una y otra vez durante toda la vida recurirás a ellos cuando necesites repasar y aprender algo. De ningún modo se borran y esto no es ni bueno ni malo. Ellos se presentan, muestran algo, y luego se retiran. Dejalos venir todas las veces que necesites, a fin de cuentas, sos vos pidiéndote revisar una lección que aun seguís aprendiendo.

Alira