
Sanando el vínculo con la comida.
Crecimos en una sociedad que inculca estándares de belleza estética del cuerpo físico sumamente altos, en donde se promueve como válida cualquier práctica para llegar a ese objetivo, alcanzable en para unos, inalcanzable para otros y muy poco sostenibles en el tiempo... No importa el precio que se pague...
Pero esto está afectando a seres de todas las edades y de todas las etapas de la vida y sin distinción. Los resultados son personas que se han lastimado a sí mismas por intentar llegar a alguna meta no real y que por ejemplo, han dejado de comer o comen sin límites y se provocan un vómito o invierten horas en ejercicio físico o pasan horas o días de ayunos. Como así también dan vueltas y vueltas buscando pastillas que solucionen eso, consultas y consultas con profesionales de diferentes disciplinas para ver si alguien indica algo diferente, cirugías... Dietar, contar calorías...
Y así va pasando el tiempo y la carga mental se hace cada vez más grande y tan grande que se transforma en un peso enorme simplemente comer, se mira un tomate y en los pensamientos vuelan las calorías, lo que gusta, lo prohibido, lo que no se debería y lo que se debería.
Y esto, por más que se calle, por más que se silencie, por más que se quiera mirar a otro lado imaginando que no existe, necesita ser aceptado, escuchado y transformado. Es un peso enorme vivir de esa manera. Las ganas de comer los alimentos favoritos deberían poder ser expresadas de forma natural, la fisiología de hambre y saciedad funcionan de acuerdo a la naturaleza del cuerpo y es necesario validar ante la mente el discernimiento entre lo que es bueno y no tan bueno para uno, después de todo los sentidos son la guía maestra en la alimentación.
Hay muchos relatos detrás de lo que conocemos como "la comida"... Si te pasa algo de todo esto te propongo transformar.
No dudes en consultar!
Daniela
*En la foto se puede ver a una consultante realizando una actividad vivencial del espacio de consultorio.