Mirando con ojos de capitalismo, yendo hacia unas líneas de humanidad.

27.01.2020

Con ojos de capitalismo, acciones que realizas a diario automáticamente pueden ser revisadas y transformadas en un acto diferente. Humanizar aquellos actos que tenemos arraigados empieza por hacerlos conscientes.

Para arrojar un poco de luz a ciertas actitudes automáticas he aquí algunas acciones cotidianas para reflexionar:

Existe una representación social de que la humildad o la gente humilde es aquella que tiene una casa con techo de chapa y vive en condiciones materiales que desde los ojos de quien lo ve se considera "pobre". Entonces cada vez que aparece la frase es "gente muy humilde" sería interesante que te preguntes ¿desde qué lugar estás viendo la humildad?

Humildad es una virtud que te conduce a que puedas decir que NO PODES en aquellas situaciones en donde el ego suele marcar que todo lo puede, y que sólo lo puede. La que te lleva a reconocer que te equivocaste o hacerte cargo de algo que hiciste sin tomar consciencia de lo que podía causar.

Con ojos de capitalismo le otorgamos más prestigio a los cargos que cada persona ocupa, para dirigirnos con "respeto" muchas veces con mido a expresarnos, otras tantas aparentando algo que no somos.

Con ojos de capitalismo vemos la vida midiendo todo en pobrezas o riquezas materiales. Y asumimos que aquellos que no tienen lo mismo que nosotros necesitan lo mismo que nosotros.

Con ojos de capitalismo decimos que somos propietarios de perros o gatos, y aun todavía se escucha decir "MI GATO" o "MI PERRO".

Recorda que donde vos ves basura, otros ven comida, donde vos ves agua en un vaso que usó otro, y te da asco, alguien con mucha sed ve una oportunidad de tomar agua.

Recorda que allí donde dijiste humilde porque viste la fachada de una casa que no es como la tuya, estás reduciendo una gran virtud al tamaño de una casa.

Recorda que cada vez que sentís celos porque una persona que amás no elige el mismo camino que vos, estás mirando con ojos de capitalismo. Nadie te pertenece.

Recorda que si sentís que perdiste todo cuando te robaron porque te costó mucho dinero conseguirlo, estás pasando por alto que tenes todas las aptitudes para volver a generar todo eso que se fue a manos de otro. Mientras estés con vida todo se puede volver a generar aunque te parezca terrible e indignante.

¿Y vos? ¿Qué miras con ojos de capitalismo? Dejar fluir unas líneas de humanidad es parte de expandir la mirada.

No es que ya no sirve más a nadie lo que no te sirve a vos. Si no comes más, no esperes a que se pudra en la heladera, deja los alimentos en condiciones para que otros también los puedan comer a tiempo. Deja la ropa en condiciones cuando ya no la uses más para que otro se la pueda poner y también la aproveche.

Antes de dar por sentado que alguien necesita algo porque no lo ves en tus condiciones materiales, acercate y pregunta qué necesita. Quizás te sorprendas de todo lo que diste por sentado y en realidad son otras las necesidades.

No es lo que llegaste a tener, es el recorrido que hiciste para llegar hasta aquí, y son todas las aptitudes que descubriste en vos las que contribuyeron a que lo logres. Cultivar una mirada amable no se hace de la noche a la mañana. Descapitalizarse y humanizarse es un proceso constante.

Alira