Cesta
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Los pensamientos se pueden volver colores... Animarse a
componer, rumbo indefinido, obra que nunca termina...
Ni idea donde se termina ni donde empieza. Allí todos los pensamientos quedan
en colores diciendo algo de mucho de lo que capa tras capa nunca se escapa. Un
mar de posibilidades están ahí. Sabe guardar el secreto como la primera vez que
escuchó el trazo de la pincelada. Se saturó se llenó y eligió otro espacio en
blanco para volver a guardar todos esos sentires adentro del recuadro.
Se permitió todos los grises y los peros y aun así siguió pintando hasta que se
fue.
Alira