La semilla que parece árbol

05.05.2021

Ella sabía que estaba floreciendo. Simplemente sucedía. Su semilla había manifestado la totalidad de la información.
Ahora nevaban flores. El viento las soplaba. Tenían la cualidad de caer en cada nariz de cada ser que pasase por allí. Eran campanitas al revés, que no sonaban, pero giraban muy bien.

¿Suspiras conmigo?
Inhala el aroma de esa flor, está justo en tu nariz, y te hace revolear los ojos al medio de tu rostro.

Se siente una suave fragancia como la de un árbol enorme, repleto de retoños de luz. Había que atraparlos, y si llegabas a dejar un retoño de luz entre tus manos, seguro parecías un farolito. Imagina un retoño entre tus manos.

Imagina, es tu consciencia y puede pasar lo que elijas que pase.
TODO ES POSIBLE AQUÍ.
Mírate allí, por favor, sin cerrar tus ojos, ahora estás aquí...
Tu ropa es blanca, liviana y fresca. ¿Escuchas los pájaros? ¿Cuál cantó primero?
Mírate en ese nuevo lugar, con una luz entre las manos, jugando a que atrapas muchos más retoños de luz.
¿Puedes ver cómo es?
Se ven luces suspendidas en el espacio moviéndose por todos los lugares, unas se persiguen entre sí, y otras te siguen, otras se esconden, otras solo flotan.
Hay algunas casas, algunas tienen paredes cubiertas de plantas.
¿Caminas conmigo?
Vamos a entrar a la primer casa que viste. Mira el piso, observa las baldosas. Descálzate y písalo. Siente su textura, su temperatura. ¿Cómo es?
Ella sigue allí floreciendo... La miras de tanto en tanto por la ventana. Con una sombra no arreglaba sus "asuntos de sol". Su brillo encandilaba tanto que estar allí no era para cualquiera.
¿La imaginas?
Está floreciendo.
¿Puedes ver cómo se agranda su forma y cambia su color?...
¿Cuál es su fragancia?
Usa tus registros de aromas que tengas, usa los más bonitos.
¿Vas a quedarte? Son unos instantes, elige, entre lo de siempre o sembrar un ratito de quietud.
Ella sabe que te vas a dormir buscándola, tómale fotos. Retén estas imágenes.
Dalo por hecho:
Las flores con o sin tu presencia florecen.
¡Y qué presencia! Ella lo era todo. Era eso que te hacía quedar suspendido en el espacio, con la boca cerrada o abierta y olvidando de vez en cuando respirar, o tragar saliva.
Ella es ese instante donde solo inhalas y te llenas de su presencia.
Una presencia que te recuerda ese suspiro mágico divino que sucede de vez en cuando, cuando conoces a alguien que parece que lo lleva puesto, aunque solo te recuerde que llevas el tuyo.
Una pureza tan inmensa que no existe impaciencia que pueda romper con ella.
Ella se abrió paso y entre vientos y mareas, mareó a más de uno con sus idas y vueltas. No porque ella quisiera, sino porque ellos la siguieron.
Ella no pidió paso a nadie, solo creció tal y como figuraba en su semilla. La siguieron tanto con la mirada, que más de uno tropezó sin querer.
Ella tomó tragos de mundo para crecer. ¿Cómo sería eso? ¿Lo ves?
Ella... ¿Qué es?
Vuelve a la casa que vimos juntos.
Ya es tarde, busca un lugar cómodo, una manta, con un chasquido de tus dedos, enciende la luz del hogar que está a tu derecha. Arrópate. Y descansa.
Nos vemos en el próximo paisaje. 
Alira