En las relaciones: ¿Te moves desde la CARENCIA o desde la GRATITUD?

Si comenzamos AMANDO desde las AUSENCIAS, es muy posible que los primeros "TE QUIERO" de una relación sean desde un desgarrador CORTE, desde los PLEITOS que distancian o desde los CELOS que ponen a alguien en ese lugar de objeto de posesión.

Si eso que es desgarrador te suena a AMOR, si eso que es tan triste y te hace sufrir se transforma en un "te extraño".
Si alguien se tiene que ir de verdad de tu vida para que te des cuenta de lo que "PERDISTE"...
Pues entonces gran amante de las ausencias, reclamos y posesiones... Sigue dentro de tu jaula limpiando tus rejas, que aun cuando ese ser acepte volver tal y como le ofreciste, seguirás amándole en su ausencia.

Quien ciego está solo puede invitarte a su ceguera. No te pierdas en sus sombras que la oscuridad sobra cuando de luz ajena depende su obra.

Si te moves desde la carencia: te vas a dar cuenta con tus actitudes, necesidad de las peleas, los reclamos, enojos porque desde allí todo es insuficiente, inalcanzable, oscuro, triste y desconfiado.

Si te moves desde el AMOR Y GRATITUD que acepta lo que hay, todo se vuelve inagotable, fluído, lleno de vida, y libre.

Y vos? Por dónde te moves? Si podes sentir que podes ser vos, genuinamente, libre y con fluidez en una relación cualquiera que sea tu rol... Pues entonces estás desde la gratitud y el amor incondicional.

Si sentís trabas, impedimentos, sufrimientos por esperar cosas que no llegan, pues entonces la carencia está a la orden del día.

Mientras que el amor dice: "cuánto más sinceridad tengas en lo que deseas, cuánto menos te quedes en los lugares que no tienen nada que ofrecerte, más rápido llegas a lo que es para vos, más claro y abundante se vuelve tu rumbo"; La carencia dice: "Cuánto más digas lo que buscas, cuánto más sinceridad cultives en tu andar, más gente perderás en el camino, y en soledad haz de quedar".

¿Qué podes hacer?

¿Queres cambiar la sintonía y no sabes cómo?

Una revisión en terapia puede ser una gran oportunidad de cambiar el rumbo.

A dónde quieras ir alma maestra, a donde quieras ir siempre habrá alguien que te acompañe.

Alira