
¿Hacemos una poesía viva?

Ella no dejaba salir ni una más mínima parte de lo que realmente era.
Con total sagacidad moraba por todas las escondidas partes del mundo.
Entre árboles se ladeaba como un suspiro de viento, como murmullo de hojas.
El sol le pegaba en la cara.
Amaba girar con sus trapos de seda en las manos.
Le encantaba ver la belleza de las telas al flotar en el aire.
Cuando nadie la veía, se dejaba llevar, brillaba tan fuerte, que si la espiabas
resplandecía. Y si no la espiabas, también resplandecía.
Tenía una luz enamoradamente contagiosa.
Se desparramaba por cada sonido de agua brotando.
Sentía cada uno de los seres que la rodeaban.
Podía sentir el sonido del silencio.
¿La ves?
Observa el color de su pelo. Ella está ahí danzando la vida.
Observa el color de sus ojos. Métete en ese lugar a espiar.
Observa, sé testigo.
¿Quieres ver poesía?
Ante tus ojos la naturaleza escribe poesías en cada uno de los paisajes que
manifiesta.
Las hojas moradas, amarillas, marrones y verde claro. Todos los colchones de
hojas en el piso, cobijando la tierra, como si ésta tuviera frío.
Cientos y cientos de luciérnagas pululando por el aire.
Si te animas a sentir, puedes oler el aroma de la brisa.
Al inhalar se siente
brisa fresca, como si una escarcha te helara la nariz por dentro.
Aroma a césped recién cortado, y aroma a lluvia con tierra mojada del día
anterior.
Ella danza y no le importa. Huele la brisa y a risa. Deja caer sus trapos.
Una mariposa posa sobre su mano.
¿Ves el color?
Ella la mira, la mariposa también, escriben poesías juntas.
El acto se vuelve poético. Se vuelven una sola.
Las luciérnagas titilan una música
invisible.
Retazos de algodón de un árbol escondido dejan en evidencia aquellas
partes de la brisa que podría pasar desapercibida.
Mira un instante al cielo. Observa el sol, se te cerrarán los ojos de tan solo verlo brillar.
Los labios se entibian, y la boca se te entreabre.
Jamás viste tanta belleza
junta.
¿Quieres tocar ese árbol?
Observa su textura gruesa, y los insectos que lo habitan.
Entre los huequitos
se encuentran algunas hormigas haciendo su labor desde temprano.
El aire que sale de tu boca se ve vaporoso mientras sale.
Míralo. Tienes tus manos en los bolsillos. Ella sigue danzando.
¿Quién es ella?
¿Cómo la ves?
¿A quién creaste?
Te despides de la escena.
Un bonito día ha de brillar en ti.
Acabas de crear una poesía viva.
Puedes irte a dormir.
GRACIAS
Alira